LAS INVASIONES DE LOS BÁRBAROS

El Imperio Romano de Occidente, con capital en Roma, no pudo resistir las invasiones de diversos pueblos bárbaros. Los romanos llamaron bárbaros a los pueblos asentados más allá de las fronteras del Imperio. Muchos eran de origen germano, es decir, procedían de la antigua Germania, territorio comprendido entre los ríos Rin, Vístula y Danubio. Los bárbaros, tras derrotar al último emperador (Romulo Augustulo) en el año 476, ocuparon el territorio romano, transformaron su sistema político y lo dividieron en multitud de pequeños reinos. Entre ellos destacan los suevos y visigodos que se asentaron en Hispania, los astrogodos, en Italia, los anglos y sajones, en Britania, los francos, en la Galia y los vandalos, en el norte de Africa.
 Todos los pueblos de la Antigüedad miraron con desdén a sus vecinos. Los clásicos dieron el nombre de "bárbaros" a todos los extranjeros de las regiones fronterizas con el Imperio romano, y con los que lucharon, si bien se limita la consideración a los que, ocupando en Europa las regiones al Norte del imperio, invadieron éste, apoderándose de su parte occidental.
Durante la decadencia del Imperio romano, fueron muchos los pueblos bárbaros que, aprovechando las disidencias internas, se aproximaron a sus fronteras y se establecieron en ellas, presionando en forma permanente para entrar.Los bárbaros lograron penetrar lentamente entre los siglos I y IV, y establecerse en el interior, hasta que, finalmente, empujados por otros pueblos, lo hicieron en forma violenta.
Los germanos eran indoeuropeos, como los griegos y latinos. En ellos las aficiones guerreras se muestran en grado sumo, al par que el trabajo se considera como menos digno. Había hombres privilegiados, nobles y plebeyos, existiendo también la esclavitud. La patria potestad tenía un concepto bastante análogo, en lo absoluto, al de los romanos. Aunque lo general era la monogamia, la poligamia aparece admitida entre los nobles.
Entre los pueblos germanos invasores encontramos a los godos, divididos en visigodos en Occidente y los ostrogodos en Oriente. Los francos, los suevos, los burgundios, los anglos, los sajones y los jutos, los vándalos, los frisones, los alanos y los alamanes constituían el resto de los pueblos.
Salvo estos casos aislados, la mayoría eran respetuosos de la cultura romana, y fusionaron las costumbres romanas con las propias. La aristocracia germana comenzó a utilizar como su idioma el latín, que luego dio lugar a las lenguas romances.

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